Recuerdo como entre las mimosas
me contabas las historias de
tus padres o de tus hermanos,
de los hombres. De la vida.
Recuerdo como con tus
manos interrumpías la primavera: fantástica y
me dabas como si hubiera sido
mía, tu vida.
Recuerdo las muselinas y las trenzas en el pelo,
recuerdo como
cantabas a las hojitas nuevas. Silenciosa, en la luz perdida.
Recuerdo el mundo
de los hombres y te recuerdo a ti,
tu mirada seria y tu sonrisa pragmática, pegada a mi como el polen en
los trajes ligeros,como tus ojos en verano.Miel en el desnudo del iris.
Recuerdo misterios en la terraza, mis cenas, tus comidas,
el beso y el cigarro encendido mientras las aves jugaban traviesas, a esconder las estrellas.
Recuerdo el parque y el jardín bajo las nubes masticadas.
Yo te susurraba al oído y las pequeñas perlas descendían en el rubor del silencio,
murmurábamos a las mariposas y tu, empequeñecida señalabas mi mudez descontrolada.
Tan verdadera como el agua del norte, o tan verdadera como cuando me miras, cuando lloras,
cuando me amas.
Me encanta. La veo llena de optimismo y vitalidad. ¿Por qué será?. Cada vez mejor sobrino... cada vez mejor.
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