lunes, 26 de agosto de 2013

EN LA MOLICIE DE LAS ROSAS





Poeta soy, si, los soy, de tiempo y espada.
De rocas y rosas, y lo fuere aunque no lo fuera.
Primavera alargada.

Es esto lo que me guarda y equipara.
En ti guardo mi tesón y para mi,
el tesón se guarda en la tormenta calada.

Poeta escribo el tiempo y el olvido,
poeta blando el camino como aquel querido.
Poeta de sus amigos.

Junto al fuego escribo los días y contigo,
días algunos, juego al juego del vino.

En las tardes, como es debido,
decido la noche acostumbrada,
con tus ojos en mi pegados,
en la molicie de las rosas:
desparramadas, enamoradas, en el cuerpo de la tierra.

martes, 20 de agosto de 2013

EL AMOR DE LAS MARIPOSAS



Recuerdo como entre las mimosas
me contabas las historias de tus padres o de tus hermanos,
de los hombres. De la vida.
Recuerdo como con tus manos interrumpías la primavera: fantástica y 
me dabas como si hubiera sido mía, tu vida. 
Recuerdo las muselinas y las trenzas en el pelo, 
recuerdo como cantabas a las hojitas nuevas. Silenciosa, en la luz perdida.
Recuerdo el mundo de los hombres y te recuerdo a ti,
tu mirada seria y tu sonrisa pragmática, pegada a mi como el polen en los trajes ligeros,
como tus ojos en verano.Miel en el desnudo del iris.
Recuerdo misterios en la terraza, mis cenas, tus comidas,
el beso y el cigarro encendido mientras las aves jugaban traviesas, a esconder las estrellas.
Recuerdo el parque y el jardín bajo las nubes masticadas.
Yo te susurraba al oído y las pequeñas perlas descendían en el rubor del silencio,
murmurábamos a las mariposas y tu, empequeñecida señalabas mi mudez descontrolada.
Tan verdadera como el agua del norte, o tan verdadera como cuando me miras, cuando lloras,
cuando me amas.